Fecha de lanzamiento | 1990-12-09 |
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tiempo de ejecución | 55 minutos |
Géneros | War & Politics, Comedia, Drama |
Estrellas | Ian Richardson, Susannah Harker, Malcolm Tierney, Alphonsia Emmanuel, Diane Fletcher |
directores | Ken Riddington, Andrew Davies, Michael Dobbs, Michael Dobbs |
Tras la caída de Margaret Thatcher, los que ambicionan su puesto como líder de los tories se enfrentan. Francis Urquhart, es la persona encargada de dirigir a los parlamentarios para que sigan la línea del partido. Para su desgracia, el candidato elegido es un liberal que pone más énfasis del que a él le gustaría en la política social. No sólo eso: es elegido Primer Ministro por una escasa mayoría. Además, a la hora de repartir los ministerios, no sólo desoye los consejos de Urquhart, sino que incumple su promesa de darle un ministerio. Desde ese mismo momento, Urquhart planea el acoso y derribo del Primer Ministro, tarea para la que está muy bien dotado, pues posee un ingenio absolutamente pasmoso para la intriga y la doblez.
Tras dimitir Margaret Thatcher, el partido conservador vota como Primer Ministro a Henry Collingridge, el candidato más liberal del partido. Esto no es del agrado de Francis Urquhart, jefe de disciplina del partido, que no tarda en poner en marcha, aprovechando que nadie jamás sospecharía de él.
Francis considera que el país necesita un líder de derechas y comienza a manipular al Primer Ministro. Conoce a Mattie, una joven periodista que, fascinada por su personalidad, se convierte en la llave que le da acceso a Francis para filtrar a la prensa lo que le convenga, sin que nadie sospeche.
El Primer Ministro reúne de urgencia al gabinete para comunicar su dimisión. Mattie alienta a Francis a presentar su candidatura e inician una relación íntima con la Francis pretende tener absoluto control para manipular la opinión pública.
Francis se deshace de todo candidato que pueda hacerle sombra. No deja cabos sueltos. Marttie interfiere en sus objetivos, pero no parece darse cuenta de que todo, absolutamente todo lo que ocurre, lleva hacia él. Ni ella, ni nadie. Pero, como dice Francis, nada dura eternamente.